miércoles, 19 de noviembre de 2008

La Señora Escárate

Usando por muchos años el color Caoba cobrizo de coleston y usando lápiz de cejas color castaño es como siempre la recuerdo.
Con una cintura casi como una verdadera humita de campo usando unos royles taco reina con una flebitis de padre y señor nuestro que apenas y después podía quitarse debido a la hinchazón jajajaj.
Para que hablar de cuando nos tocaba salir a hacer algún trámite o incluso llevarla al mismo medico. Era definitivamente una osadía del tipo olímpica. La campaña empezaba el día anterior cuando a los pies de la cama había que dejar todo un arsenal de cosas que serian útiles al día siguiente para poderla ponerla en forma y asi poder salir tranquilos.
Un modelador Triunh que en aquel entonces era sostén faja y cuadro solo abrochados por abajo con un par de débiles ganchos. Eso sin mencionar el nunca olvidado par de medias legs energy del huevito en talla Q para piernas con varices.
Ponerle eso ya era una operación casi titánica puesto que al parecer estaban hechas de verdadero caucho pero que unas ves puestas la dejaba hecha una verdadera sílfide. Ya muy temprano y habiendo dejado todo hecho el dia anterior yo me armaba de ánimo por que sabia lo que venia.
Ya salir con ella, significaba que debía por lo menos ponerme unos meses anteriores una cajita de neurobiontas para el dolor y el ánimo. Un verdadero apostolado jajajja.
Una vez fuera y de camino al tomar el bus esta señora no se tomaba de mi brazo, no. Muy por el contrario se agarraba amuñandome los puños con tal fuerza que mi ropa quedaba hecha un verdadero desastre, y es que la entiendo por que con el miedo que tenia a caerse no le quedaba otra que aferrarse a mi brazo de modo tal que pudiera evitar este tipo de evento.
En el paradero venia el siguiente paso, no menor. Y es que tratar de subirla al bus. Requería de toda mi destreza.
Y cuando digo destreza es por que no daba poca risa recordar cuando me tiraba el bastón su pañuelo con el que se rebosaba para no tener frío tan temprano y además una cartera de material duro que verdaderamente era una verdeara guarnición de cosas. Si estaba ideal para ir al concurso de sábados Gigantes donde don francisco regalaba dinero al que llevara en su cartera las cosas más insólitas.
Ya arriba del bus, y si tenía suerte tomaba el mejor asiento que siempre fuera cerca de la puerta para poder bajar de modo holgado.
Eso sin mencionar que si al lado le tocaba otra senil mujer. Ahí ya estaba yo arto del mismo cuento todo el tiempo.
Empezaba con la cantaleta todo el tiempo y como un disco rayado.
Total que se ponía a hablar de su vida de sus hijos y de sus nietos. Y si el trayecto al medico daba tiempo se permitía el tupes de sacar de aquella cartera las fotos del año de la pera. Escucharla era mejor que cualquier canción de cuna. Si hasta sacaba un electrocardiograma del año que juraba le servia para un próximo diagnostico.
Eso sin olvidar, que al tiempo de estar aburriendo a la gente con la misma historia. A eso le seguía que a cualquiera que fuera a su lado venia y como si fuera poco me presentaba. Con todas las de la ley.
Frases como… (Este es mi lazarillo) este es mi niego regalón… este es mi compañía. Ahí yo ya en edad de púber me ponía de todos los colores y no me quedaba otra que poner cara de nieto regalón que definitivamente me enfermaba. Y claro la gente tan condescendiente como es típico de los sureños mi miraban con expresión de (mira que nieto mas dije)

Claro los otros no sospechaban siquiera lo que significaba ser el nieto regalón que cumpliendo a esa corta edad funciones de hijo en muchas ocasiones incluso me daba ganas de dejarla olvidada por ahí en alguna calle jajajjaja
Claro a esa edad no se tiene mucha paciencia que digamos no?

Entrar a la consulta del medico, que a esa altura del tiempo ya me los conocía a todos, venia el segundo periplo y es. Escuchar de nuevo todo el rosario que preparaba con antelación jajajja
En definitiva, y conocedores de lo particular de la Sra Escarate los médicos optaban por la sana idea de preguntarme directamente todo lo necesario para tener una mejor idea de la evolución de sus problemas ya que se daba cuenta que mi abuela con tal de que le recetaran ravotril, era capaz de vender su alma jajajajja
Aun así y después de todo al pasar el tiempo la recuerdo con tanto cariño y amor
Que hasta el día de hoy me sigue penando.

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