El Habito si hace al monje

Siempre he creído que la mente humana, es un laberinto entupido de ideas leonas que en ocasiones nos agobian y en otras nos elevan.
Cosas tan simples como hacer lo que nos gusta, lo sometemos tanto a un propio prejuicio que en lo que nos demoramos en analizarlo se puede pasar la vida.
Cosas tan simples por ejemplo como la ropa.
Un acto tan básico como decidir que ponernos y el tiempo que dedicamos a vernos en el espejo esperando que nos resulte agradable estéticamente a la vista.
Esta mañana me levanté y después de haber hecho mi ya matutina meditación trascendental de casi una hora mientras escuchaba algo trillado de Enya. Creí que estaba relajado. Bien puede que lo haya estado pero en todo caso me tomaron unos putos 50 minutos entre prueba y prueba de poleras que tengo por montones costándome entupidamente tanto tiempo poder llegar a la conducción de la que quería usar.
Que si un color es mas alegre, que si va con los pantalones, que si me veo mas gordo o mas delgado. En fin, puras wevadas cuando lo que debería tener en claro es que solo tengo que usar lo que me guste.
También, descubrí malamente, que dentro de todo el tiempo que dedicamos en pensar que aquello que queremos llevar puesto debe de ser agradable para el resto.
Habías visto wevada mas tonta que esta?
Para el resto? Que importancia tiene el resto para uno? Que les incluimos en la decisión final de nuestra forma de vestir? Puede que a mas de alguno no le pase, puede que también mas de alguno digo, sea tan individualista como yo en ocasiones que al resto me los paso por el culo jajajaja, en fin. Hoy decidí ponerme esa polera blanca con estampados plateados que me hace ver la raja. Y hasta metro sexual jajajajaj total, que me importa? Si para el caso el piño de locas ennegrecidas de almas oscuras me rodea siempre hasta en días con calor llevan puesto colores grisáceos fiel reflejo, como lo veo yo. De sus estados anímicos.
Jajajaja
Bien por mi, hoy me veo la raja ¡¡¡¡